De lo fantástico a lo hiperreal
A escasos 42 años de lo que se considera la fundación del videoarte, este soporte todavía se considera nuevo y de difícil adaptación dentro de la plástica. Sus claras similitudes con el cine hacen que sean muchos los que crean que no es un nuevo tipo de arte. Pero a pesar de sus detractores, estos días se puede contemplar en Madrid la exposición “Nam June Paik y Corea: de lo fantástico a lo hiperreal”. La Fundación Telefónica muestra una retrospectiva, hasta el 20 de mayo de 2007, con más de 70 obras del artista.
Abuelo del videoarte
Nam June Paik (Seúl 1932-Miami 2006) es el abuelo del videoarte, uno de los pioneros de la disciplina. Dicen que si los artistas actuales deben a alguien su conexión son el inmenso universo multimedia es a este coreano. A los 17 años, Paik se exilió de su país huyendo de la guerra de Corea. En Tokio, Hong Kong y Alemania exploró las posibilidades del arte. Pero en 1964 finalmente se fue a Estados Unidos, donde se estableció definitivamente. Músico, performer y filósofo, Paik elaboró una teoría crítica sobre el mundo de la imagen. Su arte, hecho desde un punto de vista irónico y provocativo, se etiquetó como arte electrónico.
El poder de la televisión
La combinación entre su "ADN mongol", como él decía, y el vínculo a las vanguardias artísticas radicales de los 60 y 70 fue explosiva. Se dedicó a romper pianos y televisores en performances secretas hasta que en lugar de destrozarlos decidió utilizarlos como videoesculturas. "Nuestro trabajo es la crítica de la televisión pura, como Kant", dijo con su sarcasmo habitual. Como otros artistas de su generación, sospechaba que la televisión iba a convertirse en un elemento de alienación colectiva.
Ahora cada vez son más los herederos de aquel precursor del arte en tres dimensiones. Y en la feria Arco de Arte Contemporáneo de Madrid se pudo comprobar.
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